miércoles, 30 de octubre de 2013

Violencia Escolar


LA VIOENCIA ESCOLAR 




A pesar de que hoy en día este tipo de castigos se hayan eliminado por completo en las escuelas ya que realmente en estos tiempos sirven más bien de poco, por aquel entonces funcionaban -y vaya que si funcionaban, que se lo pregunten a aquellos que recibieron un reglazo en el trasero por hablar en clase-. En una escuela de hoy en día eso es completamente imposible, ya que al profesor le caerían demandas por parte de todos los padres y finalmente acabaría en la calle. Dejando de lado el debate sobre si eso está bien o sobre si deberían volver los métodos de antes, lo que está claro es que la solución actual no está funcionando y hay que buscar otra -dejando libertad y considerando todas las opciones, sino se vuelve a estar en el mismo punto-.
Así que, hay que buscar otra solución más civilizada. La educación en casa por parte de los padres es fundamental, y quizás debido a la sociedad de hoy en día -donde todo se hace deprisa y corriendo, casi sin tiempo para atender a la familia- se están creando muchos casos de bullying repartidos por todo el mundo occidental. Curiosamente, en el mundo oriental muchos no saben ni de qué trata este término ya que en sus escuelas muy pocas veces suceden casos de este tipo. Obviamente hay excepciones como en cualquier lugar, pero no está tan extendido como en Europa y especialmente en Estados Unidos.


Bien es cierto que la educación de aquellos que abusan de sus compañeros en clase parte de los padres de dicho niño, pero se podría decir que una tercera parte del día los niños normalmente suelen estar en clase cinco veces a la semana y eso es una buena oportunidad para que los profesores entren en escena para evitar posibles casos de bullying escolar. En ocasiones una simple charla puede cambiar la mentalidad de uno de esos niños que se ríe y que se mofa de algún compañero.
Los castigos, en cambio, solamente sirven para incrementar esa rabia interior y acaban creando aún más problemas en lugar de solucionarlos. En la teoría es muy sencillo encerrar a un niño en una clase durante un par de horas, pero como menciona el párrafo anterior, eso no sirve para nada en la vida real y hay que tenerlo muy en cuenta. Aún sabiendo todo esto los profesores siguen prefiriendo castigar al alumno con cualquier invento antes que hablar con él un par de minutos para ver si le pueden ayuda, y hasta que no cambie eso pocas cosas se pueden hacer además de partir de una buena educación dada en casa. Por suerte poco a poco diferentes campañas de concienciación parecen estar surtiendo efecto y se podría decir que están cambiando los valores de las personas para bien, pero aún queda mucho tiempo para comprobar si eso es cierto y quizás algún día el acoso en el instituto desaparezca por completo.